
El futuro de la vivienda está ligada a la evolución de la pandemia. Cada vez llegan más vacunas pero aún queda mucho para normalizar el mercado.
En las obras nuevas, a corto plazo , no se prevé que los precios disminuyan e incluso hay expertos que dicen que habrá una pequeña subida de precios. Esto se debe que su mejor calidad y la posibilidad de estructurar mejor la compra en varios años y su mejor financiación. Tal vez la precaución de los promotores y el miedo de la banca limitará la construcción de estas nuevas viviendas, subiendo levemente el precio. Estas previsiones podrían cambiar tras la temporada de verano.
En cuanto a las viviendas usadas podemos esperar un mayor impacto en algunos casos. La pandemia ha cambiado las prioridades que se busca en una vivienda, ahora la ubicación y la tipología del inmueble son los factores con mas peso. Las bajadas más significativas se han visto en zonas turísticas, más del 10%. También en ciudad, donde las personas que más han sufrido no pueden esperar a vender su vivienda y bajan el precio. En viviendas básicas y de más antigüedad no se ha observado diferencia en los precios.
Pero todo está por ver. La segunda mitad del año será la época de la estabilización.